¿Sabes qué hay que tener en cuenta a la hora de diseñar un buen packaging? Compartimos con vosotros la guía definitiva que os ayudará en este proceso.
Hoy en día, el packaging va más allá de ser el simple soporte exterior que contiene el producto y se ha convertido en el contacto directo entre el producto y el consumidor. El packaging se ha transformado en la herramienta fundamental para atraer la atención del cliente y la principal ventana de comunicación con el consumidor, ya que es lo primero que ven los clientes a la hora de comprar.
Dada la importancia que tiene el proceso de creación del packaging, vamos a sintetizar la información en cuatro funciones básicas que que debe tener un buen elemento de packaging:
PROTECCIÓN
Este primer punto puede parecer básico, pero debemos tener en cuenta que el packaging no sólo debe proteger el producto durante el transporte, sino también cuando este se encuentre expuesto en el punto de venta. ¿Qué durabilidad tiene el producto que vendemos? ¿Cuál va a ser la frecuencia de muestra? ¿Va a ser un vendedor especializado quién muestre el producto o será el propio cliente?
ATRACCIÓN
El diseño, el color, la forma geométrica, la tipografía, así como la disposición de estos elementos serán aspectos indispensables para captar la atención de nuestro cliente. En otras palabras, debemos trabajar la imagen corporativa de nuestra empresa de forma que resulte atractiva para nuestro cliente objetivo.
DIFERENCIACIÓN
Un buen packaging genera valor añadido al producto y provoca emotividad psicológica en el receptor, mediante la correcta combinación de los elementos visuales comentados en el punto anterior. Un packaging con el logo bien situado, una paleta cromática acertada y una forma geométrica adecuada se convertirá en un elemento de venta más de la empresa y ayudará a la marca a diferenciarse de sus competidores.
¿Tienes dudas sobre la características que debe tener un packaging diferenciador? Busca que sea atractivo y original, que no se haya visto antes. Como todo buen diseño, debe ser práctico y funcional. Además de llamar la atención del consumidor, este debe percibir que es lo suficientemente bueno como para ser recordado y recomendado. Nunca pierdas de vista la imagen corporativa y los valores de marca. Y por último, intentemos elegir siempre materias primas sostenibles para proteger y respetar el medio ambiente.
PROMOCIÓN
Todas estas características tienen un denominador común: vender el producto. La atracción del diseño, la diferenciación con respecto a la competencia, la funcionalidad del elemento y la información que muestre serán determinantes en la toma de decisiones del consumidor.
Como ya hemos anunciado, el packaging es el primer contacto entre el producto y el consumidor y por tanto posicionará nuestro producto dentro del mercado y en las mentes de nuestros clientes.
Ahora que ya tenemos todos los puntos necesarios para construir elementos de packaging memorables: let’s think outside the box!